Ficha 1.
La cuenca oriental del Mediterráneo; la región central de China; y la América Intertropical han sido sin lugar a dudas, centros de producción de alta cultura; las tres fundadas en la agricultura, con una influencia casi sin limites en el espacio y el tiempo...
Los tres panes que come actualmente la humanidad y cuyo uso sigue difundiéndose, son los índices de influencia de éstas tres grandes culturas prehistóricas; el trigo del Mediterráneo; el arroz de China; y el Maíz de América.
Pero si estas tres zonas se caracterizan por haber descubierto la posibilidad de cultivar cereales, independientemente una de otra, no es esta su única semejanza, también tienen en común la utilización de papel, la invención de los sellos, y el uso de tintas y pinceles.
Asombroso es comprobar que no solo se asemejan los materiales sino, también los métodos para procesarlos.
Protopapel – es un soporte de escritura vegetal que fue tratado, por medio de golpeteos para que las fibras se separen y se unan entre si
ayudado por la savia; luego de secarse, se pule con piedras o huesos para que la superficie quede como una película delgada y suave que servirá luego para escribir. A veces se agrega un encolado superficial a base de almidones, que le da mejor terminación.
EL Papel de los MAYAS.
Los Mayas llamaban “ huum” al papel y “huh” al libro, mientras que los Aztecas lo llamaron “ amatl”.
Los Quichés de Guatemala, pertenecientes a la unidad cultural maya, denominaban “ vuh” o “ “uúh” al libro, de papel o trapo.
de aquí que su códice fundamental fuese el “ Popoll Vuh” o “ Libro de la Comunidad”.
Con este papel (protopapel) hacían libros que contenían figuras y jeroglíficos algunos de los cuales se han conservado hasta nuestros días, como los libros o códices : “ Códice de Dresde” ( S. XIII) el “ Códice Madrid” ( S. XIV), y también el “Chilam Balam de Chumayel” (SXVIII).
La escritura maya se caracteriza por su morfología en bloques glíficos, es decir, por elementos cuadrados o rectangulares que componen las diferentes unidades separadas de cada inscripción.
El tributo en papel.
“ ...los recaudadores estaban sentados mientras los ancianos del pueblo desplegaban sus muestras del tributo y ayudaban a registrarlas; entre lo mas valioso estaba el amatl ... se veía serpenteando por el angosto camino, una larga fila de indígenas; los tlamemes o cargadores, capaces de llevar diez kilos a treinta y cinco kilómetros, sacando de todas las poblaciones vecinas, los tributos para transportar a Tenochtitlan...caminaban lentamente, con la cabeza algo inclinada hacia abajo, pero rígida, en virtud del mecapalli ( correa) que ceñía su frente para sostener la carga en la espalda.
Vestían sencillamente, un taparrabo – máxtli - atado a la cintura; colgando, el largo cabello en una sola trenza.
Los rollos, unos sobre otros, se apilaban sobre ellos, pareciendo a punto de hacerles sucumbir bajo la carga.
Uno de los agentes, con amplio manto bordado y rechinantes sandalias de piel de jaguar, se adelanta a inspeccionar la preciosa carga;
recorre toda la fila parándose ocasionalmente para empujar y sacar un gran rollo blanco, desata la cuerda que lo amarra y lo despliega en toda su longitud; lo examina cuidadosamente para ver si presenta alguna imperfección y después satisfecho, sigue caminando para repetir el mismo gesto más adelante, dejando a los demás el trabajo de volver a colocar el rollo sobre las espaldas del cargador.” (*)
Amacoztic dibujado en un arbolario azteca ।
Símbolo del tributo del papel।
Los tributos se destinaban a la casa real, al sostenimiento del culto y de los sacerdotes.
El consumo de papel que se hacía en Tenochtitlan era enorme, con él se adornaban templos y se ataviaban ídolos; se utilizaba en casi todas las ceremonias religiosas y por supuesto en la realización de sus códices.
Dieciséis eran los pueblos que tributaban cada seis meses, ocho mil atados de papel y otros veintiséis pueblos tributaban una vez
al año, ocho mil rollos.
(*) La fabricación del papel entre los Aztecas y los Mayas – V. Wolfgang Von Hagen.
El Papiro.
El Papiro ( Cyperus papyrus.) antiguamente crecía en el delta del Nilo, en el Sudán y también en Cicilia, fue de utilidad múltiple, pues su fruto se usaba como comestible, de sus tallos y hojas se hacían cuerdas, cestos, e incluso pequeñas embarcaciones.
El papiro no fue un producto de uso exclusivo de los egipcios; probablemente fenicios, medos, persas, griegos y por supuestos romanaos, utilizaron masivamente este material, debido a que facilitaba muchísimo la correspondencia.
Los principales documentos del imperio romano se escribían sobre papiro y se conservan veintiuna bula papales, entre los años 892 y 1017 escritas también sobre este soporte, lo que nos da una clara importancia del papiro hasta entrada la Edad Media.
Las hojas que se formaban con el papiro recibían diferentes nombres, según su calidad; las que estaban hechas con la parte central del tronco, se llamaban hieráticas, en ellas se escribían los textos sagrados.
El papiro mas vulgar que se fabricaba con las fibras exteriores del tronco, se lo llamaba emporético, era el de uso mas frecuente.
La “plágula papiracea”, esta formada por una doble capa de bandas finas y angostas del vegetal, dispuestas perpendicularmente entre sí y unidas por su propia savia aglutinante, la superficie se pulía posteriormente con marfil o piedras lisas hasta obtener un laminado que permitía la escritura.
Este es un modo simple de describir el proceso de producción de las laminas de papiro, el desarrollo de todas estas etapas, podía llegar a demorar entre siete y diez días, para su perfecta fabricación.
Los papiros se presentaban frecuentemente en forma de rollos a los que se les llamaba volúmenes.
Escrito en columnas se les llamaba páginas.
De uno de los extremos colgaba una tirita con el título, llamado, index.
La planta del Papiro puede llegar a medir hasta 6 mts de altura y cada uno de los tres lados del tallo hasta 10 cm.
La palabra PAPEL, procede del nombre griego “ papyros .
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